Según el medio, en la sesión asiática la divisa norteamericana también experimentó una fuerte caída, de 114,0 a 111,5 puntos, frente al yen japonés. La mañana del 28 de noviembre ambas divisas mostraron el desplome más fuerte en los últimos cuatro meses desde el 29 de julio. El propio dólar también se sitúa en sus índices más bajos desde la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales en EEUU.
Hasta el momento, los expertos no han logrado encontrar una explicación clara para el debilitamiento de la moneda estadounidense. Según se cree, "el mercado intentó protegerse de cualquier tipo de riesgos relacionados con la futura llegada de Trump a la Casa Blanca y las reformas que podría introducir".
Los inversores de todo el mundo apostaron por el dólar, creyendo que el presidente electo sería capaz de repetir los resultados de la llamada 'reaganomía' de los años ochenta. No obstante, esto provocó la crisis de liquidez del dólar, lo que, por su parte, tiene un efecto negativo sobre toda la economía mundial.
De esta manera, escribe el medio, el debilitamiento actual del dólar puede considerarse útil y puede "convertirse en bien, en el caso de que la caída sea el inicio de la reversión".
Además, los analistas destacan que la dependencia de los mercados de la moneda estadounidense nunca antes había sido tan fuerte. Así, el volumen de las deudas que se encuentran fuera de la jurisdicción de EEUU, supera 10 billones —cinco veces más que en 2002—. La relación agregada de la deuda global al PIB mundial se registra en el 225%, y el compromiso global de hoy alcanza 152 billones de dólares.
Sin embargo, los índices bursátiles y los contratos de futuros de los índices estadounidenses no han mostrado cambios significativos —así, el Nikkei pierde tan solo un 0,22% y el S&P 500 un 0,28%—.