Castro, quien falleció el viernes, el 25 de noviembre, en La Habana a los 90 años de edad, "en los últimos tiempos era bastante resistente a los cambios, aun aquellos que estaba propiciando su propio hermano (el actual mandatario) Raúl Castro", dijo Sanguinetti, quien gobernó Uruguay en dos períodos 1985-1990 y 1995-2000.
Durante su segundo mandato, Sanguinetti invitó a Castro a Uruguay en octubre de 1995, en lo que constituyó el primer viaje oficial del cubano a un país latinoamericano en 23 años.
"Lo invitamos en un momento en que había un cierto clima de distensión con EEUU, que hacía propicia esa visita y cuando además, excepto por algunas cumbres, no había tenido ninguna desde que estuvo en Chile durante el Gobierno de Salvador Allende (1970-1973)", recordó Sanguinetti.
Sanguinetti valoró que "Fidel representó en los años 60 una idea de revolución marxista para expandir a toda la región, pues él mismo dijo que, fuera de México, ellos intentaron llevar la revolución a toda América Latina".
En opinión del político uruguayo, eso constituyó un "momento negativo y complejo de nuestra historia".
Por tanto, el fallecimiento de Castro "empieza a marcar el fin de un tiempo histórico, pues todo indica que cuando tampoco esté Raúl las cosas serán distintas, no sé cómo, pero distintas", concluyó.
Fidel Castro, uno de los revolucionarios más carismáticos del siglo XX y líder histórico de la Revolución Cubana, falleció el viernes a los 90 años.