Cientos de veces la prensa mundial se hizo eco de rumores de lo que inevitablemente tenía que pasar por ley natural y que acaba de ocurrir en La Habana, este viernes 25 de noviembre a las 22.29 hora local, sumiendo en la consternación a no pocos cubanos y dejando en shock a la isla, incluyendo a sus detractores.
Porque lo cierto es que, amado por muchos en el mundo entero y odiado por otros tantos, el líder histórico de la Revolución cubana no dejaba a nadie indiferente.
Tras el golpe de estado de Fulgencio Batista, en 1952, decidió iniciar el camino de la lucha armada para erradicar los que posteriormente resumiría como los grandes males de la Cuba de entonces: El problema de la tierra, el problema de la industrialización, el problema de la vivienda, el problema del desempleo, el problema de la educación y el problema de la salud.
Después de los asaltos a los cuarteles Moncada en Santiago de Cuba y al Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo el 26 de julio de 1953, es encarcelado, asumiendo su autodefensa ante el tribunal que lo juzgó, y pronunciando el alegato conocido como 'La historia me absolverá'.
Liberado por presión popular, es obligado a exiliarse en México. Por poco tiempo, pues desde allí prepara la expedición del yate Granma, en la que regresaría a las montañas del oriente de la isla iniciando una guerra de guerrillas que condujo al triunfo de la Revolución Cubana el 1 de enero de 1959.
Las medidas profundamente populares de los primeros años de la revolución unidas a un carisma único, hacen que su apoyo y su mito se disparen. Tenía casi la edad de Cristo al triunfar la Revolución y su aureola mística creció cuando una paloma blanca se posó en su hombro en un acto masivo a su llegada a La Habana, el 8 de enero de 1959.
"Esta es tu casa, Fidel", podía leerse en cualquier puerta cubana hasta entrados los años 70.
Aún hoy, sobre todo al interior del país, en algunas viviendas su imagen descansa junto a la del Sagrado Corazón de Jesús.

En los primeros años de la revolución triunfante, junto a la Reforma Agraria, promueve una campaña de alfabetización que erradica por primera vez el analfabetismo en un país del llamado 'Tercer mundo', y consigue posteriormente que la isla destaque por sus altísimos estándares educativos. Entre los más conocidos logros de la revolución, sin dudas se encuentra el sistema de salud cubano como uno de los más avanzados del mundo.
Por otro lado, eso propició el acercamiento a la entonces Unión Soviética, que se convirtió en fiel aliado de Cuba por décadas, papel que retoma Rusia hoy.
Fidel Castro asumió diversos cargos, como Primer Ministro de Cuba (1959-1976) y Presidente del Consejo de Estado y de Ministros (1976-2008) puesto que ocupa hasta su renuncia por problemas de salud el 24 de febrero de 2008. Fue Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba entre 1965 y 2011.
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En más de cinco décadas, los logros sociales, educativos y deportivos de Cuba hicieron que Castro se ganase la admiración de muchos; pero su prolongado tiempo en el gobierno, la limitación de las libertades y el atraso económico de la isla le valieron el rechazo de otros.
Su política exterior de neta independencia y de solidaridad con otros países, ha hecho de Cuba un componente activo en los fundamentales procesos políticos que le tocó transitar a lo largo de su liderazgo, siempre al lado de las causas más justas.

Bajo su mando, la isla tuvo un papel destacado en la liberación del colonialismo y la lucha contra el apartheid en África, ha aportado cientos de miles de médicos, maestros y personal técnico que han prestado servicios en más de 40 países en desarrollo, y se han preparado en Cuba decenas de miles de estudiantes de esas naciones. Además, promovió a escala mundial la batalla de los países más desfavorecidos contra el orden económico internacional vigente.
Cientos de veces escapó de atentados contra su vida y otras tantas lo han dado por muerto. Esta vez es cierto.
Se ha ido un grande y quedará en la memoria no solo de sus coetáneos sino de varias generaciones siguientes. Absuelto para millones, condenado para otros, la historia tiene ahora la palabra.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK