"Estamos frente a un cambio climático que va a trastocar todo tipo de regiones. La papa es un cultivo de importancia mundial. Se siembra en los cinco continentes y casi en el 99% de los países del mundo. Es importante conservar las semillas en un banco de germoplasma —conjunto de genes que se transmite por la reproducción a la descendencia por medio de gametos o células reproductoras—. En el CIP tenemos uno de los bancos de papas más importantes del mundo para solucionar los problemas de hambre del mundo en el futuro", dijo a Sputnik Alberto Salas, ingeniero agrónomo peruano integrante del CIP.
La papa se originó y fue domesticada por primera vez en las montañas de los Andes de Sudamérica. Hay más de 4.000 variedades nativas y la mayoría se encuentran en los Andes. Es el tercer cultivo alimenticio más importante del mundo en términos de consumo humano después del arroz y del trigo. Se produce en más de 100 países y unas 1.400 millones de personas la consumen regularmente.
"De acuerdo con las predicciones, por culpa del cambio climático en las regiones productoras de papa en América Latina va a haber escasez de lluvia y eso va a afectar al germoplasma que existe en esa zona. Pero hace más de 45 años que se está trabajando en recolectar y conservar materiales de todas las áreas de los 16 países andinos en los cuales están las papas silvestres y nativas originalmente", indicó Salas, quien es conocido en el CIP como 'el padrino de la papa', ya que lleva más de 50 años dedicados a este cultivo.
Hace 10.000 años las papas silvestres crecían en poblaciones grandes. Hoy esas áreas han sido invadidas por la agricultura primaria e intensiva, donde se usan herbicidas y pesticidas. "Ahora estas especies están confinadas a lugares inaccesibles y en poca cantidad. La más grande que se ha encontrado en los últimos tiempos es una población de 1.000 individuos. Generalmente las especies están representadas solamente por entre 10 y 100 individuos porque su hábitat ha sido invadido por el hombre", indicó el ingeniero.
Sin embargo, la papa, comparada con los otros tres cultivos, tiene un "potencial enorme de adaptación a días cortos y largos". "Además, si el clima va a cambiar, el que más va a ser afectado va a ser el arroz porque necesita ingentes cantidades de agua para su cultivo", destacó el 'padrino de la papa'.
Una hectárea de papa puede producir de dos a cuatro veces la cantidad de alimentos de los cultivos de cereales. Este cultivo produce más alimento por unidad de agua que cualquiera de los otros importantes, y es hasta siete veces más eficiente en el aprovechamiento del agua que los cereales. Por eso la papa "es una de las bases para la subsistencia de la humanidad", concluyó el ingeniero.