Para describir sus fracasos hay que centrarse, primeramente, en lo que quiso alcanzar el Club Bilderberg y qué trataba de lograr en su última reunión en verano pasado. Según una serie de expertos especializados en el Club Bilderberg, asistentes a las reuniones y analistas, entre los temas principales de la agenda figuraban las elecciones presidenciales de EEUU y el referéndum del Brexit, que se aproximaba rápidamente.
Trump se impone a Hillary Clinton
Aunque los acontecimientos cotidianos de la reunión del Bilderberg en Dresde (Alemania) eran completamente opacos, se puede utilizar la lista de los miembros del Club. Principalmente hay que centrarse en los pesos pesados que activamente alababan a Hillary Clinton, por ejemplo, su partidario acérrimo Henry Kissinger, exsecretario de Estado de EEUU; y Vernon Jordan, infiltrado de Wall Street de alto nivel, consejero y amigo cercano de Bill Clinton. Fue Jordan quien presentó a Bill a la élite del poder Bilderberg en 1991.
Anteriormente, otro asistente regular de Bilderberg y editor asociado del Financial Times, Martin Wolf, recalcaba que el poderoso club estaba muy irritado por el estado actual de las cosas y, en particular, por los altos niveles de popularidad del multimillonario y ahora presidente electo, Donald Trump.
En su artículo titulado 'Los perdedores económicos están en rebelión contra las élites' ('The economic losers are in revolt against the elites'), Wolf destaca que los "perdedores" económicos han rechazado a "las élites que dominan la vida económica y cultural de sus países" y que "las posibles consecuencias son aterradoras".
Trump no complace al Bilderberg
En segundo lugar, Trump irrita al Bilderberg por su postura hacia Rusia. Ya cundió el pánico en Occidente tras la distendida conversación telefónica entre Trump y el presidente de Rusia, Vladímir Putin.
En el tercer lugar, Trump defiende los íntereses de los estratos de la sociedad que antes pasaban desapercibidos para las autoridades de EEUU.
Esto significa que Donald Trump es una china considerable en el zapato de la ansiada política del Club Bilderberg para el caos económico global y la supremacía indiscutible de las megacorporaciones.
Lo mismo se puede decir sobre el Brexit, que puso de manifiesto las divisiones sociales entre los ricos y los necesitados que tratan de cambiar el equilibrio y hacerse oír.
Y parece que lo hacen con éxito, ya que el mundo está cambiando a pasos gigantescos y esto es solo el comienzo.