La Junta de Gobierno del organismo autónomo del Estado, encargado de la política monetaria, integrada por cinco directores encabezados por el gobernador del banco, Agustín Carstens, emitirá la tarde del 17 de noviembre la primera señal financiera concreta de México tras el triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EEUU.
"El primer objetivo de Banxico es frenar una posible fuga de capitales invertidos en los mercados financieros de México, ante la perspectiva de que la Reserva Federal de EEUU (Fed) aumente las tasas de interés en EEUU", explicó el analista.
Esa perspectiva se ha consolidado, luego de que Janet Yellen, presidenta del banco central estadounidense, declaró este 17 de noviembre que la Fed, que ella encabeza, podría aumentar las tasas de interés en EEUU "relativamente pronto", añadió el experto.
Más aquí: Efecto Trump: ¿fin de la globalización?
El peso mexicano fue utilizado en los mercados financieros como un termómetro de la campaña de Trump —se depreciaba cada vez que el magnate avanzaba; y se ha depreciado más de 11% desde el martes 9 de noviembre, día del sorpresivo resultado contrario a las proyecciones de los sondeos.
Un país anclado a EEUU
México ha sido una de las economías más impactadas por los vaivenes de la divisiva campaña electoral en EEUU, no solo por la volátil cotización del peso, sino por su estrecha integración comercial con EEUU, hacia donde se dirigen más de 82% de sus exportaciones, un vínculo que Trump tiene en la mira, para retornar las inversiones a territorio estadounidense con políticas proteccionistas.
Además, explica González, desde el estallido de la crisis de 2009, la Fed bajó a casi cero la tasa de interés para estimular la economía de EEUU.
Como consecuencia, "México captó en los próximos seis años un gran cantidad de dinero, que se refugió en busca de mejores, estimada en unos 100.000 millones de dólares", explicó el experto.
El Banco de México ha realizado cuatro aumentos de la tasa de interés desde diciembre de 2015, cuando se situaba en 3%, hasta llevarla al 4,75 actual, para contener que esos recursos se drenen de los mercados mexicanos.
La Fed había anunciado que pondría fin a la política anti crisis cuando el empleo en EEUU regresara a niveles previos a la gran crisis financiera de 2009, de manera que podrían comenzar a regresar en busca de mejores rendimientos los capitales que salieron en esos años de bajas ganancias de los bonos del gobierno.
Por su parte, Banxico, que se ha apegado mucho al ritmo de las tasas en EEUU, tiene la misión de proteger la meta de inflación ante el encarecimiento del dólar, proyectada en 3% anual.
En suma la Junta de Directores del banco central mexicano "quiere impedir que salgan más capitales, frenar que el peso no se devalúe más y que no contamine la inflación", resumió González.
Después del triunfo de Trump, "todos los analistas recortaron la proyección del crecimiento de México en un promedio de 0,80% del producto Interno Bruto (PIB)", de 2,3% a un 1,5%, dijo González.
En efecto, el promedio de los pronósticos para el crecimiento del PIB mexicano de ocho instituciones disminuyó de 2,3 a 1,5%, ante la incertidumbre por la relación bilateral con EEUU, de acuerdo con un sondeo de la agencia Bloomberg y el diario especializado mexicano El Financiero, que tienen un alianza editorial.
Finalmente, el peso se cotizaba en ventanillas este jueves arriba de la barrera psicológica de los 20 pesos, a 20,50 por dólar para minoristas, y el dólar interbancario para mayoristas a 20,22 pesos.