"Quiero que Francia entre en el siglo XXI, que mi país levante cabeza, pero, al mismo tiempo, que mantenga el vínculo con nuestra historia antigua. Voy a ser el candidato de los más débiles. Esta no es una lucha por una parte de Francia, es una batalla por el país en su conjunto", afirmó Macron.
Antes de que Francois Hollande lo nombrara ministro de Economía, Macron representaba los intereses de los Rothschild y ocupaba el puesto de uno de los socios gestores del banco Rothschild & Co.
En Francia, su entrada en la carrera presidencial, así como su trabajo como titular de Economía provocaron distintas reacciones. Un buen número de usuarios de las redes sociales opinó que, teniendo en cuenta sus actividades anteriores, su crítica a las acciones de las autoridades no suena verosímil.
En la situación actual, cuando en diferentes países del mundo va creciendo el sentimiento antiglobalización, la experiencia del trabajo para los Rothschild, la pertenencia a la entidad financiera y política, así como las 'reformas eficaces' han dejado de abrir nuevas puertas en la gran carrera política.