La moneda mexicana sigue arriba de la barrera psicológica de los 20 pesos, y cada dólar se vendía esta mañana a 20,84 pesos, una ligera recuperación frente los 21,11 que la moneda estadounidense alcanzó antes de la apertura de los mercados, informó el Banco de México.
En ese marco, las compras incentivadas por el clima de nerviosismo que desató la inesperada victoria del magnate, que amenaza con renegociar y revertir el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha generado, en contraste, una ligera alza en el mercado bursátil mexicano.
Su principal indicador, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) subió a 5.629 puntos, lo que representa una recuperación de 1,44% frente a una pérdida acumulada de 3,68% de la semana pasada.
A la espera del banco de México
Los mercados mexicanos comenzaron esta semana operaciones con la mirada puesta en la próxima reunión de la junta directores del Banco de México del 17 de noviembre, anunciada por el gobernador del organismo autónomo, Agustín Carstens, pocas horas después del triunfo de Trump.
El responsable del gabinete económico descartó salir a calmar a los mercados con una oferta de dólares de las reservas internacionales que rondan los 175.000 millones de dólares, porque sería como "echar sal al mar".
A partir de entonces, la atención se ha concentrado en la posibilidad de que el Banco de México (Banxico, central, emisor de moneda) pueda aumentar su tasa de referencia.
La preocupación sobre depreciación del peso está concentrada en la posibilidad de que impacte en la meta inflación, prevista en alrededor de 3% anual, de manera que ahora se especula sobre un aumento de la tasa de interés de referencia, situada ahora en 4,75%.
Por lo tanto, las expectativas entre los inversionistas van desde una decisión de no moverse a la espera de las políticas de Trump, un aumento de 0,50% mínimo –subiendo a 5,25%–: o un incremento de 1,0% máximo, de manera que la tasas mexicana de interés suba a 5,25 como mínimo, y un máximo en 5,75%, es decir un incremento de 100 puntos base.
Por lo tanto, la decisión de la Junta de Gobierno de Banxico frente a la depreciación del peso y su impacto en la inflación, dominará la lista de los dilemas de la próxima reunión sobre política monetaria.
Grandes consorcios mexicanos deudores en dólares han sufrido cuantiosas pérdidas por su deuda colocada en dólares, como los gigantes mexicanos Televisa, Cemex y América Móvil, la compañía de del magnate Carlos Slim.