México considera que el acuerdo de la región Pacífico —del cual está excluidas otros potencias de la zona, como China, India y Rusia— "no es un instrumento de geopolítica alineada a nadie; y las decisiones tomadas en este acuerdo tienen que ver con el interés nacional específico de cada uno de los sectores involucrados".
El presidente de EEUU saliente, Barack Obama, tiene luz verde del Capitolio para una negociación por vía rápida, pero el tiempo se le acaba para que termine de aprobarlo, apremiado porque enfrentaría obstáculos insalvables si las elecciones son ganadas por Donald Trump, defensor del proteccionismo comercial; pero también con la demócrata Hillary Clinton, que ha expresado su escepticismo.
"El TPP busca incluir seis nuevos mercados que en su conjunto representan alrededor de 160 millones de nuevos consumidores, además de tener el derecho y la preferencia como socios fundadores, de determinar cómo y bajo qué reglas si incorporan nuevos actores", dijo el responsable del gabinete económico del Ejecutivo.
En su intervención ante los legisladores de la Cámara Alta, Guajardo dijo que los "sectores claramente ganadores en este proceso están fundamentalmente integrados en una visión plurilateral, donde los balances son mucho más eficientes".
El TPP representará el 36% del Producto Interno Bruto mundial, 25% del comercio internacional y 28% de la inversión extranjera directa, tendría un mercado que concentra 11% de la población mundial, según los países involucrados.
Más que un acuerdo comercial
En la negociación del acuerdo en el sector agroalimentario México "tiene una estrategia ofensiva para entrar a los mercados de Vietnam, Malasia y Japón de manera más profunda, y al mismo tiempo que nuestros esquemas de manufactura tienen una posición competitiva fundamentalmente favorable".
Por su parte, la presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Gabriela Cuevas, dijo que el TPP "no sólo es un tratado comercial, sino que incluye también temas relacionados con la propiedad intelectual, energía, agro y salud", afirma senadora Gabriela Cuevas.
Para cumplir con la responsabilidad constitucional del Senado de revisar, analizar, discutir y, eventualmente, votar el TPP, la sesión de trabajo legislativo, la víspera de las elecciones en EEUU, abre una maratónica ronda de más de 30 paneles para analizar las negociaciones del tratado con el gobierno, la iniciativa privada, la sociedad civil, académicos y organizaciones no gubernamentales.
Antes de aprobar el tratado, los congresistas analizan los mecanismos legislativos y de política pública para su entrada en vigor.
Los legisladores consideran que se trata de "la negociación comercial más ambiciosa emprendida por México".
El objetivo estratégico es "buscar el máximo grado de apertura a fin de incrementar las exportaciones"; que gracias al acuerdo con EEUU y Canadá vigente desde 1996, las ventas al exterior de productos agroalimentarios superan los ingresos petroleros y las divisas que se reciben del extranjero por las remesas de los trabajadores migrantes
El Senado no tendrá forma de hacerle enmiendas u observaciones al Tratado porque ya está firmado y comprometido; y cuando 85% de los países socios lo aprueben, entrará en vigor.