"No estamos 100% seguros, pero parece haber evidencia visible de que la ubicación de la tumba no ha cambiado con el paso del tiempo, una cuestión que ha fascinado a científicos e historiadores durante décadas", reveló el arqueólogo Fredrik Hiebert a la revista.
Bajo las diversas capas de piedra instaladas con el paso de los siglos, los científicos encontraron un lecho fúnebre conservado prácticamente en su forma original.
"La noche del 26 de octubre, cuando la losa fue retirada, el equipo de conservación de la Universidad Nacional Técnica de Atenas encontró, en primer lugar, capas de material de relleno. Los investigadores trabajaron sin parar durante 60 horas, descubrieron una segunda baldosa de mármol con una cruz esculpida en su superficie. Para la noche del 28 de octubre, horas antes de que la tumba tuviera que ser cerrada de nuevo, ante la atónita mirada [de los científicos] apareció intacto el lecho fúnebre original de piedra caliza", detalla la revista.
📎📷Descubren la losa de piedra donde fue colocado el cuerpo de Jesucristo tras la crucifixión https://t.co/yLoB5bpzHn pic.twitter.com/uCWjStBjXF
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 27 октября 2016 г.
Tras el trabajo de los expertos, la tumba fue cerrada de nuevo, tal vez por siglos o por miles de años. Aunque los investigadores aseguran que las herramientas arqueológicas no pueden demostrar si se trata en realidad de la tumba de Jesús de Nazaret, también saben que no hay razones para rechazar la autenticidad del lugar.