"El asunto más acuciante de la política exterior de EEUU es que tenemos una política exterior fundamentalmente errónea", afirmó el experto estadounidense.
El primero es que Washington es incapaz de dominar el mundo. Nadie posee el poder suficiente como para controlar todo el globo, que es simplemente demasiado grande.
"El mundo es demasiado grande y el sentimiento de soberanía [de los países] es demasiado fuerte, por lo tanto, es imposible que podamos dominarlo todo", afirmó.
Lea más: "La política exterior de EEUU parece irreflexiva, reactiva e impulsiva"
El segundo es la tendencia de EEUU a querer 'transformar' el planeta y el desarrollo de las otras naciones bajo su prisma del liberalismo.
"Creemos que lo que debemos hacer, mientras dirigimos el mundo, es derrocar gobiernos que no sean democracias liberales, y luego transformarlos", explicó el profesor.
Otros participantes de la mesa redonda también intervenieron durante el evento, que fue organizado por el Centro de los Intereses Nacionales y el Instituto Charles Koch.
Eugene Gholz, de la Universidad de Texas, sugirió que es la actitud arrogante de Washington la que provoca que EEUU siga adelante con la misma política exterior, aunque en muchas ocasiones ha fallado a la hora de alcanzar sus objetivos políticos, pese a la gran potencia militar del país norteamericano.
"Esto constituye el núcleo de la cultura política estadounidense. Creo que las raíces profundas de la arrogancia son innatas y son las que estimulan la manera que tenemos de pensar sobre nosotros mismos y sobre el mundo", afirmó el profesor.
Stephen Walt, de la Universidad de Harvard, desarrolló esta idea y, según él, el intervencionismo norteamericano no se manifestó hasta después de la Segunda Guerra Mundial, cuando el deseo de 'asegurar los intereses nacionales' llevó a la creación de bases militares de EEUU por todo el mundo.
Aunque la necesidad de mantener esta infraestructura bélica desapareció con el tiempo, el país no tuvo la voluntad de deshacerse de ella, precisó el académico.
El vídeo de la mesa redonda está disponible en inglés en la página web de National Interest.