Como resultado del mal uso de su poder militar, el pacífico Irak se transformó en una 'fábrica de terrorismo', Afganistán acabó de convertirse en un imán para los extremistas, mientras que Libia pasó a ser una plataforma para Daesh y la organización terrorista Al Qaeda, subraya Davis.
Al mismo tiempo, las operaciones militares de EEUU en Pakistán, Yemen o Somalia sembraron el terror y causaron sufrimiento entre sus habitantes.
Al recorrer miles de kilómetros, el Ejército y el Cuerpo de Marina de EEUU constantemente desgastan sus recursos militares —tanques y vehículos blindados—. Además, sus fuerzas están formadas por comandantes y soldados que son solo capaces de resistir los ataques de pequeños grupos pero que, por el contrario, no son efectivos frente a un enemigo con armamento moderno y desarrollado.