La batalla de Mosul contra los terroristas de Daesh —autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países— todavía no ha empezado, pero el primer ministro de Irak y la mayoría de los políticos estadounidenses proclaman de manera oficial que la campaña será un éxito y ya están planeando sus próximos pasos. Sin embargo, asevera el columnista, en realidad estas discusiones son precipitadas.
El exmilitar encuentra lamentable el hecho que se considere como "bandidos estúpidos" a los miembros de Daesh, ya que ellos sí pueden planificar sus operaciones tanto de manera táctica como de estratégica.
"Durante 15 años de inestabilidad en Afganistán, Irak y Siria los terroristas adquirieron una enorme experiencia en cómo resistir a las tropas gubernamentales y se hicieron expertos en los combates urbanos", agrega.
De hecho, la situación puede ser no tan desesperada: los terroristas han estado preparándose para esta batalla definitiva durante los últimos meses y es posible que retrocedan hasta llegar a sus posiciones de defensa principales.
Puede que Daesh esté dispuesto a perder hasta el 75% de sus fuerzas en Mosul, pero que permanezca en sus posiciones y dañe considerablemente a las tropas de la coalición que participan en la ofensiva, vaticinó.
"Cuanto más tiempo dura la resistencia de Daesh y cuanto más daños sufre la coalición, más a menudo van a manifestarse las discrepancias entre las fuerzas que tratan de liberar la ciudad", escribió.
No se excluye que la batalla de Mosul sea exitosa, pero EEUU comete un gran error al subestimar a Daesh y esperar solo el éxito, concluyó.