"Vivas nos queremos" es el lema de la manifestación que se ha replicado en otras ciudades de Argentina, país donde cada 37 horas muere una mujer víctima de un feminicidio, según el último informe de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema publicado a mediados de junio.
También la avenida que comunica la plaza con el Obelisco, el emblemático monumento que identifica a la capital argentina, está cubierta por miles de paraguas en una tarde donde la lluvia no consiguió disipar la convocatoria.
La marcha entra en sintonía con la movilización "Ni Una Menos", una consigna que surgió hace dos años en Argentina con una gran manifestación y que desde entonces se repite cada 3 de junio.
Paro de una hora
La plaza de Mayo, donde se ubica la sede del Gobierno nacional, se encuentra todavía colmada de manifestantes, que además entre las 13:00 y las 14:00 hora local (16:00-17:00 GMT) hicieron un paro de actividades y salieron a la calle para visibilizar la protesta.
El Congreso nacional, distintas redacciones de medios de comunicación, los organismos públicos del centro de Buenos Aires, e incluso los aeropuertos de la ciudad fueron testigos del paro de las mujeres que precedió a un "ruidazo" con el que las manifestantes se hicieron oír.
La iniciativa surgió de manera espontánea, tras el Encuentro Nacional de Mujeres celebrado entre el 8 y el 10 de octubre en la ciudad de Rosario (centro).
Las impulsoras de la marcha piden políticas públicas para proteger a las mujeres de la violencia machista, y un cambio de cultura que termine con los abusos y los feminicidios.
En los últimos días se conocieron varios asesinatos que conmocionaron a la sociedad argentina, como el de Lucía Pérez, una adolescente de 16 años que fue drogada, violada y empalada por dos hombres en la ciudad balnearia de Mar del Plata (este).
Mujeres de Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Perú y Uruguay acompañaron el paro convocado por las argentinas.