Durante los cinco años de la crisis en Siria los terroristas han secuestrado miles de civiles y militares. El Ejército sirio, junto con las fuerzas de seguridad del país y con la ayuda de intermediarios, lleva a cabo negociaciones con los grupos terroristas con el fin de liberar a los soldados y civiles cautivos
El teniente Hassán, del Ejército sirio había sido condenado a muerte pero acabó siendo rescatado del cautiverio.
Preso en Idlib
Los batallones de los grupos radicales se iban uniendo a Fatah al Sham —antiguo Al Nusra, proscrito en Rusia y otros países—. Además, numerosos grupos de turcos cruzaban la frontera para luchar junto a los terroristas, los cuales ya controlaban la frontera entre Siria y Turquía.
En julio de 2015 la ciudad de Idlib, en el noroeste de Siria, pasó bajo el control de los terroristas de Fatah al Sham y otras agrupaciones radicales.
"El ataque empezó de repente. Luchamos con todas nuestras fuerzas, pero pronto empezamos a sufrir las primeras pérdidas. En un momento un proyectil cayó a mi lado y perdí el conocimiento", recordó Hassán el día en que fue capturado por los militantes.
"Un hombre nos escondió en un apartamento. Todo estaba como borroso. Me tumbé bajo la cama y me cubrí con unos trapos antiguos. Mi amigo se escondió en el armario", detalló Hassán quien añadió que poco después los dos soldados habían decidido marcharse para que no sufriera la familia que los acogió.
No obstante, al intentar acercarse a las tropas del Ejército sirio, un grupo de hombres armados con ropa de camuflaje les detuvo. Los terroristas ejecutaron al acompañante de Hassán y a unos civiles acusados de haber colaborado con las fuerzas gubernamentales.
Al llevarle al lugar de cautiverio, los militantes procedieron a interrogarlo. Al enterarse de que era un suní de la provincia de Idlib, le ofrecieron unirse a ellos, pero cuando Hassán lo rechazó, le declararon traidor y volvieron a golpearle.
Los diez días siguientes el teniente los pasó en una habitación pequeña, oscura y completamente vacía en el edificio de la escuela. De vez en cuando los militantes abrían la puerta y le echaban algo de comer.
Ejecuciones ejemplares
"El décimo día uno de ellos me informó que nadie me estaba buscando y que a mis superiores les daba igual lo que me iba a pasar. Por lo tanto, me vi obligado a elegir entre unirme a ellos o esperar el fusilamiento", dijo.
"En algún momento me encontré a mí mismo pensando que sería mejor morir".
No obstante, según comentó uno de los coroneles del Ejército sirio, las ejecuciones ejemplares están 'teatralizadas' por los militantes para destruir el espíritu de los cautivos.
De esclavo en Alepo
Esto se debió a que últimamente Alepo se ha convertido en el escenario principal de combate y en tema de negociaciones de todo el mundo. Más de 15 agrupaciones radicales se reunieron bajo la bandera de Fatah al Sham para romper el cerco en los distritos orientales de la ciudad, donde habían quedad bloqueados sus cómplices.
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Soldado, a cambio de mujer de un terrorista
Según el coronel que organizó el intercambio, al enterarse de que unos soldados del Ejército sirio se encontraban en cautiverio terrorista, el mando encontró a unos intermediarios e inició las negociaciones con los militantes.
"Nos enteramos de que nuestro soldado permanecía cautivo en una región donde planeábamos la ofensiva. Retirándose, los terroristas suelen disparar a los prisioneros, sobre todo a los militares. Por lo tanto, nos vimos apretados de tiempo y tuvimos que buscar una solución rápida", precisó el coronel.
De esta manera, a pesar de que la mujer ya había sido encarcelada por más de tres años por terrorismo, las autoridades aceptaron las condiciones. Ella fue trasladada a Idlib y los dos militares sirios pudieron regresar a sus hogares.
El teniente Hassán tendrá que pasar por un largo tratamiento y un programa de rehabilitación. No obstante, tiene ganas de volver a las filas del Ejército sirio donde luchará no solo por la liberación de su país sino también por la pureza de su fe, la cual propugna la paz.