"Quiero enfatizar y reiterar mi solidaridad con todas las víctimas del conflicto inhumano en Siria y, con urgencia, repito mi llamada, pidiendo a los responsables que tomen medidas para cesar inmediatamente el fuego y respetar la tregua al menos durante el tiempo necesario para permitir la evacuación de los civiles, especialmente los niños, que todavía están atrapados bajo los bombardeos sangrientos", dijo el Papa.
El 22 de septiembre Damasco relanzó su operación militar contra los terroristas del Frente al Nusra (proscrito en varios países, incluida Rusia) y los grupos rebeldes en el este de Alepo.
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La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU estima que en la zona permanecen atrapadas entre 250.000 y 275.000 personas que necesitan urgente protección y ayuda humanitaria.