Una de las compañías que aspira a ser pionera en este ámbito es la empresa eslovaca Aeromobil. Según el medio checo aktualne.cz, los ingenieros del país vecino solo tienen que resolver dos problemas.
El segundo problema podría ser el precio de un coche-avión: así, a juicio de los analistas del mercado, un aeromóvil costará cientos de miles de euros, lo que le convertirá en un juguete para los ricos. Sin embargo, el jefe de la empresa, Juraj Vaculik, afirma que con los avances científicos y tecnológicos, los coches voladores se abaratarán.
La longitud del coche será de 6 metros, mientras su ancho dependerá de la posición de las alas plegables —de entre 2.24 y 8.32 metros-. Podrá volar unos 700 kilómetros antes de quedarse sin gasolina. Según los representantes de Aeromobil, el primer auto volador comercial podría despegar en 2017.
Aeromobil tiene otros competidores en el mercado, entre ellos la empresa estadounidense Terrafugia, que ya ha probado su primer automóvil volador, también de gasolina y equipado con alas plegables.