Antes de su elección como presidente de la Duma, Volodin se había desempeñado como primer subjefe de personal de la Administración Presidencial en los asuntos de la política interna del país, atendiendo temas como ideología estatal y las elecciones.
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Según los analistas, se espera que Volodin tenga mucha capacidad política y que en el nuevo puesto actúe de manera firme. Así, al presentar su candidatura ante los parlamentarios, el funcionario destacó que "la Duma debe ser un lugar para el debate y el diálogo", haciendo alusión a las famosas palabras de uno de sus antecesores, Borís Grizlov, quien había afirmado que "la Duma no es lugar para el debate", según el medio.
"No hay duda que Volodin será un político de mano dura en contraste con sus antecesores", indicó Evgueni Minchenko, director del Instituto Internacional de Pericia Política.
En 2010 Volodin empezó a trabajar en el Gobierno ruso, donde pronto se convirtió en el viceprimer ministro y jefe de personal. No obstante, en 2011 se trasladó a la Administración del Presidente de Rusia para sustituir el entonces primer subjefe de personal, Vladislav Surkov.
A pesar de que los expertos no se ponen de acuerdo en si la designación de Volodin es un ascenso o descenso profesional, es evidente que esta nueva posición es mucho más pública que sus cargos anteriores. Por lo tanto, podría ser un tipo de prueba de capacidades para ocupar el papel del futuro sucesor de Putin, destaca RTBH.
Entre otros herederos potenciales de Vladímir Putin se destaca el ministro actual de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, quien en 1990 se encargó de la creación del Ministerio de Emergencias. Shoigú se posiciona como un político sabio, serio y tranquilo y goza de mucha popularidad entre la población del país.