"El creciente número de sentencias de muerte nuevas y confirmadas en Bielorrusia en los últimos meses va en contra de la disposición declarada por Bielorrusia para interactuar con la comunidad internacional, incluida la Unión Europea, sobre esta cuestión y considerar la imposición de una moratoria sobre la pena de muerte", dice el comunicado.
Se agrega que la moratoria "es un compromiso asumido por Bielorrusia en respuesta a las recomendaciones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU".
El 19 de mayo el Tribunal Provincial de Gómel condenó a muerte a Serguéi Ostrikov, acusado de violar y asesinar a dos mujeres jóvenes.
El comunicado hace hincapié en que la pena de muerte no es factor que combate los crímenes y por eso muchos países abandonaron su uso.
Por otra parte dice que la ejecución de una sentencia constituye un acto "cruel e inaceptable de negación de la dignidad e integridad" de una persona indistintamente del crimen por el que fue condenado.
"Esperamos que Bielorrusia, que es el único país de Europa que sigue aplicando la pena capital, se una a la moratoria global sobre la pena de muerte como primer paso hacia su abolición", dice el texto.
La utilización de la pena de muerte por Bielorrusia es el principal obstáculo para la restauración de la condición de invitado en la PACE.
En 1996 Bielorrusia sometió a referéndum la abolición de la pena de muerte, pero casi el 80,5 por ciento de los votantes apoyó la conservación de este tipo de castigo.