Los políticos estadounidenses llaman a usar cada vez más a menudo la fuerza contra el país eslavo y las tropas del presidente sirio, Bashar Asad. Recientemente, el candidato republicano a la vicepresidencia de EEUU, Mike Pence, declaró que Washington debe estar dispuesto a realizar ataques contra el Gobierno sirio y tildó de "salvajes" las ofensivas aéreas de Rusia en el país árabe.
Sin embargo, argumenta el autor del artículo, el pueblo norteamericano no quiere ir a la guerra de nuevo.
Rusia trasladó sus sistemas antiaéreos S-400 a su base militar en Latakia y sus S-300 a su base naval en Tartus. Este hecho ha propiciado el aumento de la preocupación de Washington, puesto que los rebeldes carecen de su propia aviación y el mensaje va dirigido a ellos. Además, Moscú envió su portaviones Almirante Kuznetsov al mar Mediterráneo.
El experto destacó que los rebeldes a los que apoya Estados Unidos no tienen ninguna posibilidad de derrotar a Daesh ni al Frente al Nusra —conocido ahora como Frente Fatah al Sham—, ni siquiera de derrocar a Asad y expulsar a los rusos e iraníes de Siria, todo simultáneamente. "Hay que luchar contra Daesh, no contra Rusia".
Buchanan asevera que llegó la hora de poner fin a los asesinatos, a la masacre, acabar con el conflicto bélico y elaborar las condiciones más adecuadas para la paz. Concluyó que, en caso de que EEUU continúe con esta guerra, la probabilidad de ganar equivale casi a cero y "pone en duda los principios morales del país".