"Alepo marca un hito importante en esta crisis. Su liberación conducirá rápidamente a un colapso de los grupos terroristas y obligará a pasar a una solución política del conflicto", dijo Tarjaman en su primera entrevista desde el nombramiento.
"El Ejército de Siria y sus aliados tienen prisa por liberar Alepo para crear una nueva realidad sobre el terreno, que cambiará las condiciones de las negociaciones con la futura administración estadounidense, para que esa administración (…) no pueda invadir a Siria", dijo el titular sirio.
Tarjaman alertó que, en caso contrario, independientemente de si gana las elecciones Hillary Clinton o Donald Trump, en Alepo podría ocurrir lo que pasó en Deir Ezzor.
El Ejército de Siria abandonó el pasado 19 de septiembre la tregua declarada una semana antes en virtud de un paquete de acuerdos ruso-estadounidenses, alegando numerosas infracciones por parte de los insurgentes.
El 17 de septiembre la coalición internacional liderada por EEUU bombardeó —no intencionalmente, según el Pentágono— las posiciones de las Fuerzas Armadas sirias en Deir Ezzor, provocando la muerte de unos 80 militares.
Más tarde, Damasco relanzó su operación militar contra los terroristas del Frente al Nusra y los grupos rebeldes en la parte oriental de Alepo, y se propone restablecer pleno control sobre esta ciudad, la segunda en importancia de Siria.
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La escalada de hostilidades en el este de Alepo, donde permanecen atrapados hasta 275.000 civiles, provocó en las últimas semanas centenares de muertos y heridos, según la ONU.
El enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, alertó que la parte oriental de Alepo podría quedar totalmente destruida a menos que cesen los bombardeos.