"Seguiremos a tomar todos los pasos necesarios para que nuestras tripulaciones actúen en la mayor seguridad posible", dijo.
Así comentó la declaración del portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashénkov, de que el radio de S-300 puede ser "una sorpresa para cualquier objeto volador no identificado".
"El memorándum de entendimiento (…) pese a nuestras discrepancias con los rusos, funciona de manera efectiva para disminuir los riesgos para los pilotos y miembros de las tripulación nuestros y rusos", añadió Cook.
Rusia emplazó en Siria los novedosos sistemas antiaéreos S-300VM —SA-23 Gladiator según la terminología de la OTAN—. Los componentes de los S-300VM, que son capaces de destruir misiles balísticos a una distancia de hasta 250 km, llegaron el pasado fin de semana a la base naval rusa en el puerto de Tartus, en la costa mediterránea de Siria.