"Se puede llegar a la conclusión de que se trata de un montaje bien planificado o un ataque simulado", dice el documento a disposición de RIA Novosti.
Las fotos, argumenta el informe, muestran que la cabina de uno de los vehículos del convoy quedó ilesa y "no tiene señales de una explosión cercana, no hay huellas de astillas o brechas, solo resultó dañada".
Además, según el informe, el daño a los camiones no corresponde a aquel que se produce durante un ataque aéreo: la onda explosiva habría volcado a los camiones y cajas con la carga.
La noche del mismo día la organización informó de un ataque contra una de las dos caravanas en las inmediaciones de Urm al Kubra, al suroeste de la ciudad de Alepo, en el que, según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), fueron destruidos 18 de los 31 camiones y un hospital móvil.
El CICR anunció también la muerte de una veintena de personas en el ataque.
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El Ministerio ruso de Defensa subrayó que precisamente la noche del ataque a la caravana de la ONU los terroristas del Frente Fatah al Sham (antiguo Frente al Nusra, proscrito en Rusia y otros países) iniciaron en Alepo una feroz ofensiva con fuego de artillería y tanques.
El 21 de septiembre, Defensa ruso denunció que el día del ataque contra el convoy en la zona operaba un dron estadounidense de clase Predator. Sin embargo, el Pentágono rechazó esta información.
Según Lars Bromley, analista principal del programa satelital de la ONU (Unosat), el ataque al convoy humanitario en Siria fue realizado desde el aire. (Sputnik)