"En el campo ideológico hay que insistir en que la izquierda, si realmente quiere ser alternativa de poder, tiene que reafirmarse como una opción a la capitalista, antisistémica… no puede perder la perspectiva", señala Gabriel Becerra, de la Unión Patriótica en Colombia.
Por eso el activista considera que los gobiernos progresistas tienen que mantener siempre en la práctica la ética y la política, "muy distinta a una estrategia de marketing, de manipulación de la opinión".
Para Amaranto Gómez, de México, a esto se debe sumar el trabajo por la unidad, ya que "si no vamos juntos en una lucha no podremos ayudar a nuestros pueblos", pero también piensa que la izquierda debe combatir las posibles desviaciones ideológicas que aparezcan en el camino, como la corrupción, pues "alguien que es de izquierda no puede caer en esos asuntos y no podemos solapar eso; si alguien comete estas irregularidades tiene que ser castigado".
De allí que el activista colombiano habla también de la necesidad de reforzar "un pacto ético" porque "nadie que se precie de ser de izquierda puede enriquecerse con los dineros de la población. El mandato, el gobierno y el ejercicio político de la izquierda tiene que ser un ejercicio político muy modesto en la práctica y en el uso de los dineros públicos".
Ante esto, Alberto Almeida, comunicador brasileño, sostiene que los gobiernos progresistas de la región deben estar preparados ya que en el corto tiempo "la izquierda va a estar confrontada con una agresividad cada vez mayor".
Desde Perú, en cambio, la idea para impulsar el progresismo parte de la creación de "frentes amplios", sostiene Gerber Castro, de Frente Amplio Perú, para quien la clave está en informar a la ciudadanía "de lo que en realidad está pasando, cambiar los conceptos e informar a la gente, decirles que hay medios que están tergiversando la realidad".
Por su parte, Gloria Flórez, del movimiento colombiano Un millón de mujeres de paz, asegura que el desafío está en promover los proyectos progresistas que están instalados y no dejar que "la derecha, que toda la vida ha sido corrupta y que no ha invertido en la gente" gane más espacio, sobre todo mediático.
"La derecha tiene una estrategia mediática: sembrar un mar de duda sobre los gobiernos progresistas. No quiero decir que no haya elementos de corrupción, pero no es la generalidad de los gobiernos progresistas", añadió.
La clausura del III Encuentro Latinoamericano Progresista (ELAP) tuvo lugar este viernes en Quito, tras tres días de reuniones en los que se produjeron 13 mesas temáticas y se dictaron ocho conferencias magistrales.
El encuentro convocó a más de 80 organizaciones políticas y a personalidades de ideología progresista.
Las tres temáticas centrales del evento fueron: el pacto ético, el proceso político de América Latina y la economía latinoamericana.