El exministro de Información de Siria, Mehdi Dakhlalla, en una entrevista exclusiva para Sputnik, subrayó que durante un año de operación aérea rusa en el país árabe, Moscú ha logrado dos objetivos: por un lado los terroristas han sufrido bajas considerables, y por otro, el Ejército de Bashar Asad ha conseguido recuperar el control sobre posiciones clave.
Gracias a esta cooperación militar se ha podido eliminar a más de un millar de peligrosos terroristas pertenecientes a grupos como Daesh y Frente al Nusra.
"La cooperación conjunta de ambas naciones y el respeto que Rusia mostró hacia la soberanía de Siria ayudaron a prevenir varios fenómenos negativos como la intervención [extranjera], la violación del derecho del pueblo sirio a elegir su propio destino, la hegemonía y el cambio forzoso de régimen desde el exterior", dijo.
Al cooperar en el conflicto, Moscú y Damasco están protegiendo a la humanidad de la amenaza terrorista, mientras que los gobiernos de otros países solo persiguen el objetivo de hacerse con el control de la situación en el país árabe, opina el político.
A este respecto, Dakhlalla considera que la única diplomacia que no viola el derecho internacional es la que practica Rusia. Además, durante su colaboración con Siria, Moscú observa completamente todas las resoluciones adoptadas por la ONU.