La declaración conjunta de la Coalición Nacional Siria (Cnfros) y otros 30 grupos insurgentes que forman el Ejército Libre Sirio (ELS), en la que se niegan a negociar una solución política mientras no se establezca una tregua, no es más que un intento de justificarse ante sus patrocinadores extranjeros, creando una apariencia de actividad, compartió con RIA Novosti Yuri Zinin, investigador principal de la Universidad Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú.
Sus declaraciones pueden considerarse como un indicador de que "la oposición teme estas negociaciones, dado que, de hecho, no tiene nada que presentar en ellas".
"Los grupos que hacen tales declaraciones, al parecer, dudan que puedan continuar su lucha. En realidad, lo que hacen es buscar cómo desacreditar a las autoridades de Siria, atribuyéndoles un comportamiento agresivo, la violación de la tregua que fue puesta en marcha mediante un acuerdo entre Rusia y EEUU", prosiguió el experto.
No hay resultado sin compromiso
Zinin subraya que, tanto la oposición siria como los países occidentales y árabes, de cuando en cuando ponen como única condición que Asad debe salir, con lo que de antemano condenan al fracaso cualquier negociación posible. Conscientes de que ni Damasco ni Moscú aceptarán esa condición, rechazan la propia idea de alcanzar un compromiso, alejando la posibilidad de un arreglo pacífico en el país.
Por otra parte, destaca que últimamente los países occidentales, aunque no han abandonado formalmente la idea de la renuncia de Asad, sin embargo, sí que se han inclinado a que el tema pase a ser "un plan a largo plazo", con el fin de alcanzar algún progreso en el proceso de regulación.
"Si se enfocan solo en la salida de Asad, las negociaciones nunca comenzarán. Las partes deben ceder en algo, dar pasos a un compromiso, pero esto [la salida de Asad] sigue siendo un freno para todo el proceso. Temo que la oposición ya no tenga ninguna otra posición, se han aferrado a esta idea", agregó Zinin.
La tregua descompone las filas de la oposición
El analista señaló además que los cinco años de guerra han agotado a todas las partes del conflicto, ambos bandos están cansados. Después de cada cese de las hostilidades, a los líderes de la oposición se les hace cada vez más difícil contener a los soldados y hacerles volver a las filas.