En la cancillería china han informado que la visita se celebrará del 19 al 20 de octubre. En vísperas, el propio Rodrigo Duterte anunció el objetivo de su viaje: reiteró que el conflicto del Mar del Sur de China "no tiene sentido" y que quisiera desarrollar lazos empresariales con China.
"Van a verme muy a menudo en China", dijo Duterte en el idioma chino durante una intervención ante los empresarios del gigante asiático.
"Uno de los motivos principales de la visita del presidente filipino a China es arreglar las relaciones bilaterales. Filipinas puede sacar mucho provecho de la cooperación con China, que es capaz de reanimar la economía e invertir en la infraestructura", explicó Shen Shishun.
Filipinas ha llegado a ser uno de los principales socios estadounidenses en la alianza antichina —liderada por EEUU— para contener la creciente influencia de esa potencia en Asia y el Pacífico, opina el politólogo ruso Vladímir Evseev entrevistado por Sputnik.
No obstante, las relaciones entre Rodrigo Duterte y Barack Obama están muy tensas tras el insulto lanzado por el presidente filipino contra su homólogo norteamericano.
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"Todo determinará si las actuales autoridades filipinas permanecen en el poder o no, ya que es evidente que EEUU intentarán destabilizar la situación para derrocar al gobierno", afirma Evseev.
Está también previsto que del 25 al 27 de octubre se realice una visita de Duterte a Japon. Sin embargo, Washingtón podría recomendar al país nipón, que es su principal aliado asiático, que no reciba al mandatario de Filipinas.