El religioso José Alfredo López fue secuestrado y su auto robado en su parroquia, localizada en una comunidad del municipio de Puruándiro, en la región indígena purépecha, 350 km al este de la capital del país, según las autoridades.
"Nuestra comunidad sufre la muerte, la angustia de cualquiera de nuestros fieles, en este caso se trata de un hombre bueno, dedicado a hacer el bien, pacífico, por lo cual no se justifica de ninguna manera esta barbaridad", expresó el obispo de la ciudad colonial de Morelia, capital de Michoacán.
Por su parte, la Arquidiócesis de Morelia suplicó en un comunicado que se respete la vida e integridad personal del sacerdote, "para que pueda cuanto antes reincorporarse a su labor pastoral”.
El papa Francisco condenó el asesinato de los sacerdotes mexicanos Alejo Nabor Jiménez, 50 años, y José Alfredo Suárez, 30 años, en el estado de Veracruz, sur de México.
El jerarca católico de origen argentino manifestó en una carta su "firme condena a todo atentado a la vida y la dignidad de las personas", y consideró que los sacerdotes fueron "víctimas de una inexcusable violencia”.
El fiscal del estado de Veracruz, Luis Ángel Bravo, dijo el martes que los sacerdotes habrían convivido y tomado licor con sus presuntos victimarios: "Víctimas y victimarios se conocían, estaban conviviendo y estaban tomando licor, después de cierto rato de estar conviviendo se descompuso esa reunión y se tornó en violencia".
En el gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), han sido asesinados 14 religiosos, ocho de ellos en 2014 y 2015, dice el reporte del organismo religioso.
El primer semestre de este año, los homicidios dolosos aumentaron 40% en todo el país latinoamericano, según cifras oficiales.