"Ese tipo de operaciones requieren cuantiosas fuerzas terrestres", afirma.
Mientras tanto, "aún no podemos distinguir qué fuerzas de la oposición son 'moderadas' y cuáles no lo son".
Al mismo tiempo, Naúmkin calificó de "gran victoria de la diplomacia rusa" los recientes acontecimientos en la región.
"No solo es una victoria para la imagen del país como a veces lo pintan los periodistas. Realmente se tiene un efecto estabilizador sobre la situación en Siria y Rusia constituye la principal fuerza en la lucha antiterrorista", señala.
Siria vive desde 2011 un conflicto armado que se ha cobrado más de 250.000 vidas, según el último balance de la ONU.
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Las fuerzas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y organizaciones terroristas, entre ellas Daesh (o Estado Islámico) y el Frente Fatah al Sham (antiguo Frente al Nusra), ambas proscritas en varios países, incluida Rusia.