Cualquiera que sea el resultado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos —que tendrán lugar el venidero 8 de noviembre—, el ganador se convertirá en gobernante de un país que está en guerra.
A diferencia de Donald Trump que suele modificar sus opiniones, Hillary Clinton cuenta con una experiencia política suficiente para evaluar sus posibles acciones desde la silla presidencial, y la historia indica que en la mayoría de los casos la antigua secretaria de Estado prefirió las soluciones militares.
Cambios de régimen
Hace 14 años —en 2002— la entonces senadora del estado de New York votó por el uso de la fuerza en Irak, para demostrar el poder de Estados Unidos a Sadam Husein, pero después de muchos años, ella cambió su postura y admitió que confiar en Bush había sido un error. Durante los debates presidenciales ella aseveró que tenía fe en "la diplomacia forzosa", y solo quería que el enemigo obedeciera.
Después de un rato —en 2012— Clinton ofreció a la Casa Blanca realizar nueva apuesta y contribuir al cambio de poder en Siria suministrando armas y el entrenamiento a la oposición siria. Obama rechazó entonces esta propuesta, basándose en la opinión de los analistas de la CIA sobre la inutilidad de este paso, nota el medio.
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Ahora, a pesar de que el programa fue empleado posteriormente por la CIA en un menor tamaño, hoy casi no existen fuerzas pro-estadounidenses capaces de contrarrestar al Gobierno de Asad por sí mismas.
Lucha antiterrorista
La fuerza aérea norteamericana a través de sus drones realizó más de 400 ataques aéreos en Pakistán, a raíz de los que fueron asesinados más de 3 mil personas.
En 2009 ella apoyo también al envío de las tropas adicionales a Afganistán, y, según varias fuentes, estuvo dispuesta a enviar más militares estadounidenses que el mismo ministro de Defensa, Robert Gates.
En 2011 apoyó a la operación para abatir Osama Bin Laden en Pakistán sin el permiso del Gobierno de este país asiático, aunque reconocía que esto dañaría las relaciones bilaterales entre las dos naciones.
El futuro incierto
En varias ocasiones Clinton votó por el envío de los soldados norteamericanos al extranjero, incluso cuando no hubo necesidad. Por ejemplo, ella favoreció a la iniciativa de enviar un portaviones estadounidense al mar Amarillo en 2010 para mostrar el músculo bélico en la región.
Sin embargo, en otras ocasiones ella se negó a respaldar, como en caso de la intervención en Haití.
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Si Hillary Clinton es elegida la presidenta de EEUU, agrega la publicación gala, el país será encabezado por la experta en cuestiones militares, pero nadie puede decir en la actualidad a qué desafíos se enfrentará.
Pero, agrega, los que quieren votar por ella deben saber que votan por una persona que tiene un largo historial en la aprobación del uso de la fuerza e intervenciones militares.