"Si Hillary consigue meterse en el Despacho Oval, pronostico una guerra nuclear antes de que termine su primer mandato. Un voto por Hillary es un voto por una guerra nuclear", enfatiza el autor.
"Sabemos de su violación de leyes y el rechazo de la administración demócrata de hacer algo al respecto (…) Sabemos que Hillary, al igual que Bill, es mentirosa. Sabemos que Hillary es belicista. Sabemos que Hillary hizo la declaración más irresponsable jamás pronunciada por un candidato presidencial cuando afirmó que el presidente de Rusia era el 'nuevo Hitler', llevando así las tensiones entre EEUU y Rusia a un nivel más alto que el de la Guerra Fría. Sabemos que Hillary se alía con los neoconservadores y que su creencia en la ideología de la hegemonía mundial de Estados Unidos puede llevar a una guerra contra Rusia y China", argumenta el periodista norteamericano.
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El autor no descarta que todo eso sea una farsa y que Trump esté jugando un papel con el fin de que la gente elija a Hillary, ya que "los políticos estadounidenses son tan corruptos que todo es posible". Sin embargo, las elites gobernantes parecen estar realmente preocupados por el desafío de Trump. Por lo tanto pagan por la propaganda anti-Trump en internet y televisión para demonizarlo.
"¿Cuántas más pruebas necesitan los estadounidenses para darse cuenta de que un voto por Hillary es un voto por su propia castración?", se pregunta Craig Roberts.
La oligarquía dominante odia a Trump porque este rechaza la guerra contra Rusia, cuestiona el propósito de la OTAN y se opone a la inmigración descontrolada que está transformando a Estados Unidos en una "entidad multicultural carente de unidad".
Posiblemente, un voto por Trump sea igual. Sin embargo, en el caso de Trump no lo sabemos, pero en el caso de Hillary no lo dudamos, insiste el autor.
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Al mismo tiempo, es posible que no importe cómo voten los estadounidenses, ya que los que programan las máquinas de votación electrónica determinarán el voto, advierte Craig Roberts.
"Si miramos las próximas elecciones de manera realista, no hay más remedio que concluir que los medios de comunicación y el 'establishment' (poder establecido) estadounidense prefieren el riesgo de una guerra nuclear al riesgo de perder el control del Gobierno sobre los votantes", concluye el periodista.