"Un tema importante de la investigación penal es la posibilidad de un lanzamiento no intencional del misil", indica el informe.
"Por este motivo los investigadores deben saber del modo más preciso posible cómo funciona el sistema de armas y cómo se controla", indica el informe.
El Boeing 777 de la compañía Malaysia Airlines, que volaba de Ámsterdam a Kuala Lumpur, fue derribado el 17 de julio de 2014 en la provincia de Donetsk, en el este de Ucrania.
Kiev responsabilizó de la catástrofe a las milicias de Donetsk, las cuales rechazaron las acusaciones al afirmar que no disponían de armas capaces de derribar un avión a más de 10.000 metros de altura.
El 13 de octubre de 2015, el Consejo de Seguridad de Holanda, país que encabezó la investigación internacional de la catástrofe, presentó su informe final que atribuye el siniestro a la explosión de una ojiva 9N314M, instalada en un misil de la serie 9М38 lanzado desde un sistema antiaéreo Buk.