La víspera en Ginebra los jefes de la diplomacia de Rusia y EEUU, Serguéi Lavrov y John Kerry acordaron un plan sobre Siria que prevé en particular imponer en en el país árabe una tregua por una semana a partir del 12 de septiembre, cuando comienza la fiesta musulmana de Eid al Adha (Fiesta del Sacrificio), que se espera que se transforme en un cese definitivo de las hostilidades.
"El cumplimiento de la tregua depende de si la respeta el régimen y Rusia, el acuerdo anterior no fue respetado por el régimen, que bajo pretexto de la lucha contra el Estado Islámico (Daesh en árabe, proscrito en Rusia) atacó las posiciones de la oposición moderada siria", dijo Abu Zeid.
A la vez indicó que la oposición "no experimenta optimismo" en cuanto al cumplimiento de la tregua por las tropas gubernamentales.
Abu Zeid subrayó que lo más importante es proteger a la población civil por lo cual enfatizó "queremos que se establezca un armisticio real para proteger a los civiles", sin embargo, continuó, "nuestra experiencia en la cooperación con el régimen no nos permite ser optimistas".
Además según el representante, el alto el fuego real debe imponerse paralelamente con los cambios políticos en Siria basados en las decisiones tomadas en Ginebra 1 y la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU 2254.
Abu Zeid declaró que el Ejército Libre Sirio respalda el punto del acuerdo que llama a luchar contra el grupo Frente Fatah al Sham (antiguo Frente al Nusra), proscrito en varios países, entre ellos Rusia.
"En cuanto al punto del acuerdo sobre los ataques contra Fatah al Sham, sin duda, no deseamos que Al Qaeda esté presente en Siria", dijo.
Sin embargo, criticó el plan ruso-estadounidense porque, según Abu Zeid, éste hace caso omiso a los "grupos terroristas extranjeros" de Irak, Irán y Líbano que apoyan al Gobierno sirio.
"El acuerdo de manera inexplicable no menciona ni una organización terrorista que lucha al lado del régimen del (presidente sirio, Bashar) Asad y ya cometió crímenes horribles contra los sirios", dijo al agregar que este hecho pone en tela de juicio el carácter equilibrado del acuerdo.
El plan ruso-estadounidense llama también a suministrar ayuda humanitaria a las regiones bloqueadas de Siria, separar la oposición siria de las organizaciones terroristas y continuar la lucha antiterrorista en el territorio del país árabe.