Los recortes afectan sobre todo a la petrolera estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) y en los rubros de educación y salud.
"La forma de lograr superávits primarios —tras ocho años de déficit— es por la vía de reducciones al gasto, fundamentalmente en los ramos administrativos", dice el proyecto del nuevo funcionario, que asumió la cartera tras la renuncia de Luis Videgaray, artífice de las reformas estructurales emprendidas en 2012.
Tras el fiasco de la visita de Donald Trump a México, ideada por Videgaray, el presidente Enrique Peña Nieto aceptó la renuncia de su amigo personal desde que fue gobernador del central Estado de México que rodea la capital (2005-2011) quien fue su mano derecha, jefe de las campaña electoral del mandatario en 2012.
El recorte equivale a casi 0,4% del Producto Interno Bruto (PIB) y ha sido aplaudido por los sectores financieros.
Defensa de calificacion financiera
Los analistas de Banorte, una de las principales instituciones bancarias del país dijeron en una primera reacción que el recorte del gasto público, en un marco de bajos ingresos petroleros, por los bajos precios internacionales del crudo, permite lograr las tres metas previstas por el Gobierno: lograr déficit cero para 2018 —excluyendo Pemex y Comisión Federal de Electricida— lograr un superávit primario para 2017 y detener la trayectoria ascendente de la deuda pública.
"Inclusive, si las cosas llegaran a salir ligeramente mejor, la deuda pública podría empezar a disminuir tan pronto como en 2017", dice el análisis de Banorte.
El recorte acumulado desde diciembre de 2016 está en línea con el rango estimado por expertos, y es favorecido con un incremento de los ingresos tributarios, mientras la economía prevista mantiene un crecimiento aproximado de 2,5% del PIB, línea base utilizado en los cálculos anunciados por el secretario Meade.
El objetivo es que en los próximos dos años la perspectiva de la deuda soberana de México deje de ser "negativa" y pase a "estable".
Los ingresos de México por exportaciones, al cierre del primer semestre, fueron encabezadas por las ventas de la industria automotriz, de 54.798 millones de dólares, las remesas provenientes de los mexicanos en EEUU 13.156 millones de dólares, la inversión extranjera directa aportó 14.385 millones de dólares, el turismo 10.063 millones de dólares, según datos del Banco de México.
Mientras tanto, las ventas petroleras aparecen rezagadas con 8.103 millones de dólares en la primera mitad, pero compensadas por las ventas agropecuarias que han repuntado a 7.900 millones de dólares.
En cuanto al tipo de cambio, el Gobierno mexicano estima un promedio de 18,20 pesos dólar, un aumento de un peso con respecto al planeado en abril de 17.20 pesos, la inflación estimada es de 3%, en el rango proyectado por el Banco de México de 3% +/- un punto porcentual.