"Todos los exámenes de laboratorio indican valores normales", por lo que Deyab no se encuentra deshidratado "ni tampoco tiene su función renal comprometida", según el informe médico que escuchó esta agencia mientras era entregado a algunos de sus allegados por un profesional del hospital Maciel que no quiso dar su nombre.
Algunos organismos pueden reaccionar así, pero si la medida de huelga de hambre continúa, la condición de Deyab empeorará rápidamente, según el informe médico.
El sirio, liberado de Guantánamo en diciembre de 2014, regresó el lunes 29 a la capital uruguaya luego de pasar más de un mes detenido en Venezuela, sin que las autoridades de ese país dieran explicaciones sobre las razones de su arresto e incomunicación.
Deyab, quien pasó más de 12 años prisionero en la cárcel de Guantánamo sin cargos y sin juicio, reclama la reunificación con su familia que las autoridades del Gobierno de José Mujica (2010-2015) le prometieron cuando lo visitaron en la isla cubana durante 2014.
De hecho Deyab sigue sin el equipamiento mínimo para soportar el invierno austral, como agua caliente y estufa.
Tampoco cuenta todavía con camas, colchones y otros elementos básicos para alojar a su familia.
Deyab salió de Uruguay el 7 de junio rumbo a la ciudad del Chuy, fronteriza con Brasil, y el 26 de julio apareció en el consulado uruguayo en Caracas pidiendo ayuda para trasladarse a Turquía y reunirse con su familia.
Durante los años que pasó en la prisión para sospechosos de terrorismo, Deyab fue torturado y se decantó muchas veces por protestar mediante huelga de hambre, lo que le valió ser sometido a alimentación forzosa con sonda nasogástrica que le dejó muchas secuelas en su salud.