Los genetistas estudiaron los genotipos de 60.706 personas procedentes de Europa, África, Asia y América. En primer lugar, analizar la singularidad de los finlandeses no era el objetivo de la investigación, pero durante el estudio surgieron algunos detalles curiosos.
"Según los resultados de nuestro trabajo, los finlandeses no pueden considerarse europeos o asiáticos", indicó el profesor de la Universidad del Este de Finlandia, Markko Laakso.
Asimismo, se indica que en contraste con otros pueblos europeos, los finlandeses sufren de un mayor número de mutaciones genéticas —entre el 1 y 5% de toda la población—. De esta manera, el 1% de los finlandeses tiene la mutación del gen AKT2, que afecta a la sensibilidad a la insulina.
De acuerdo con el comunicado de prensa publicado en la página web de la Universidad del Este de Finlandia, los estudios del genotipo son importantes debido a que son capaces de proporcionar un mejor entendimiento de la historia genética y la biología. Además, estos trabajos pueden facilitar el diagnóstico en el caso de algunas enfermedades raras.
"La investigación ha demostrado que el genotipo de los finlandeses es tan diferente al del resto de Europa que puede catalogarse en un grupo a parte", destaca en el comunicado.