"Todas las declaraciones de lucha contra islamistas son un encubrimiento, el verdadero objetivo de Turquía es contrarrestar a los kurdos", declaró.
Osman precisó que Turquía está preocupada por el fortalecimiento de los kurdos, su avance al oeste y la liberación exitosa de la ciudad de Manbij.
Osman subrayó que Turquía nunca luchó contra el grupo terrorista Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países), y recordó que el grupo yihadista no actúa en el territorio turco.
El representante kurdo subrayó que tras tomar el control de la ciudad de Yarabulus Turquía planea apoderarse de Al Rai, que se encuentra en la frontera turca, y más tarde, de Al Bab.
"La ciudad de Al Bab es muy importante, porque abre el camino a Alepo, y el principal objetivo de Turquía es Alepo, lo necesita para realizar sus planes neo-otomanes", subrayó.
Este avance hacia el sur dará a las fuerzas turcas y la oposición que respaldan la posibilidad de unirse con los insurgentes que están al sur de Alepo.
"Sin este corredor los insurgentes sirios al sur de Alepo están condenados, y Alepo la podrían tomar las tropas de (presidente sirio, Bashar) Asad", opina.
Tras realizar sus planes Ankara no abandonará Siria, como no lo hizo en Irak, destacó Osman, y las bases militares turcas permanecerán en Siria tal y como cerca de la ciudad iraquí de Mosul.
Bagdad declaró que Turquía violó la soberanía del Irak y calificó de acto hostil la decisión de Ankara.
El 24 de agosto el Ejército turco lanzó la operación Escudo del Éufrates, apoyada por los aviones de combate de EEUU y sus aliados, para expulsar a los terroristas de Yarabulus.
El Gobierno sirio protestó por la incursión de Turquía que viola la soberanía del país.