"Destituyeron a Dilma. Una apología al abuso y la traición", dijo el mandatario y señaló que Ecuador retirará a su encargado de la Embajada.
"Jamás cohonestaremos estas prácticas, que nos recuerdan las horas más obscuras de nuestra América. Toda nuestra solidaridad con la compañera Dilma, con Lula, y con todo el pueblo brasileño. ¡Hasta la victoria siempre!", finalizó Correa en la red social.
Destituyeron a Dilma. Una apología al abuso y la traición.
— Rafael Correa (@MashiRafael) 31 de agosto de 2016
Retiraremos nuestro encargado de la embajada. Jamás cohonestaremos estas…
Por su parte, el Gobierno ecuatoriano de Rafael Correa condenó la destitución de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, a través de un comunicado emitido por la Cancillería.
La destitución de Rousseff fue aprobada con 61 votos de 81 senadores presentes, según el registro electrónico de la sala del Senado brasileño.
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Asimismo, Ecuador rechazó "la flagrante subversión del orden democrático en Brasil" y consideró lo ocurrido como "un golpe de Estado solapado".
"Políticos adversarios y otras fuerzas de oposición se confabularon contra la democracia para desestabilizar al Gobierno y remover de su cargo de forma ilegítima a la presidenta Dilma Rousseff", agrega el documento.
En virtud de ello, "el Gobierno del Ecuador no puede soslayar el hecho de que un número importante de los decisores en el proceso de juicio político a la presidenta están siendo investigados por graves actos de corrupción".
Ante estos hechos, Quito decidió llamar en consulta a su encargado de negocios en Brasil.
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"Estos lamentables sucesos, inaceptables en pleno siglo XXI, suponen un serio riesgo para la estabilidad de nuestra región y constituyen un grave retroceso en la consolidación de la democracia, que tanto esfuerzo y sacrificio ha significado para nuestros pueblos", añade el documento.
Por otra parte, el Senado no alcanzó a sumar los dos tercios de votos para inhabilitar a Rousseff por ocho años, pues solo 42 senadores se decantaron por este castigo, 36 votaron en contra y otros tres se abstuvieron.
El vicepresidente Michel Temer, que venía ejerciendo la presidencia de forma interina, concluirá ahora el mandato de Rousseff, y gobernará hasta el 1 de enero de 2019.