"Como ha dicho ella misma (Dilma), su destitución es una pena de muerte política", sentenció la legisladora.
"El golpe se produjo porque hay una avanzada sobre la región contra gobiernos nacionales y populares", afirmó Conti.
La coalición FpV, que gobernó con los expresidentes Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), manifestó su respaldo a Rousseff, que ejercía su segundo mandato tras ganar las elecciones de 2014.
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La coalición se expresará públicamente en las próximas horas "repudiando lo que consideramos es un golpe de Estado", adelantó Conti.
"Permanentemente apoyamos a Dilma Rousseff, al Partido de los Trabajadores y a los gobiernos nacionales en la región", manifestó la legisladora.
"Este tema debe ser trabajado en el Parlasur (Parlamento del Mercosur), en la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) y en la Organización de los Estados Americanos (OEA) haciendo uso de la Carta Democrática Interamericana", señaló.
La legisladora consideró precipitado plantear una expulsión de Brasil de estos foros, porque "los pueblos deben ser protegidos por sobre el abuso de los gobernantes".
"Pero debemos repudiar la situación y exigir el respeto de las bases democráticas a través de estos organismos, que permiten implementar acciones internacionales más permanentes y persistentes", afirmó.
El Senado brasileño aprobó este miércoles por 61 votos a favor y 20 en contra la destitución de Rousseff, aunque mantuvo sus derechos políticos.