En la India se están llevando a cabo los ensayos marítimos del primero de los seis submarinos encargados. Por lo tanto, Delhi tuvo una fuerte reacción a la fuga de información y afirmó haber iniciado una investigación. El ministro de Defensa indio, Manohar Parrikar, sospechó de los piratas informáticos extranjeros y se comprometió a encontrar a los autores.
Mientras tanto, la empresa DCNS está segura de que le declararon una "guerra económica".
"Es que DCNS tiene que rediseñar casi todo la flota de submarinos de Australia. El precio del proyecto de defensa más grande de la historia de Australia es de unos 38.000 millones de dólares", explica Filíppov.
Varios políticos australianos exigieron iniciar una investigación para evaluar si tiene sentido continuar la cooperación con la empresa francesa.
El periodista ruso opina que este incidente es una especie de manipulación.
"Tal vez les hayan robado algo insignificante. Mientras tanto, la modernización de la flota de submarinos de Australia puede aplazarse por un período de tiempo indefinido. Resulta que una información de poco valor en los medios puede provocar cambios en los planes del establecimiento militar de Australia", resume Filíppov.