En una entrevista con Spútnik Nóvosti Hoffmann asegura que el partido no ha valorado todavía qué hacer en caso de que se consume la destitución de la presidenta, pero avisa de que si es así harán “oposición sistemática” al gobierno de Michel Temer (PMDB).
Sin embargo, pide diferenciar entre el ámbito parlamentario y el poder ejecutivo, porque dice, Temer no tiene “legitimidad” para gobernar el país, a pesar de que la mayoría de quinielas ya le den a él como nuevo presidente.
Hoffman, en cualquier caso, no pierde la esperanza y cree que aún es posible que Rousseff convenza a 54 de los 81 senadores para poder salvarse: “Hay algunas oportunidades todavía, porque la fiscalía ha reconocido que los delitos de los que se le acusa, las ‘pedaladas fiscales’, no son delito. Los argumentos son muy frágiles”.
En cualquier caso, matiza que en el Senado la situación es algo más favorable para Rousseff que en la Cámara de los Diputados y confía en que aquí no se repitan las escenas en que los diputados justificaban su voto con argumentos esperpénticos o dedicatorias a su familia, lo que causó estupor en la opinión pública.
“Los senadores tienden a tener una responsabilidad mayor, pero claro que hay un aspecto político. Nosotros, desgraciadamente no tenemos mayoría”, dice en referencia al PT y a los aliados de izquierda, que por el momento no suman los apoyos necesarios.
Hoffmann considera muy positivo que la presidenta apartada haya decidido acudir en persona al Senado el próximo lunes para defenderse de las acusaciones, así como la promesa de convocar un plebiscito para preguntar a la población si quiere adelantar las elecciones generales.
Hoffmann se vio citada en la Operación Lava Jato junto a su marido, también ex ministro de Rousseff y del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva Paulo Bernardo por supuestas irregularidades a la hora de financiar su campaña electoral como senadora por el estado de Paraná en 2010.
La senadora asegura que no hay ninguna prueba concluyente y que todo se hizo “dentro de la ley” y lamenta tener la percepción de que la Justicia persigue con más ahínco al PT que a otras fuerzas políticas.
“¿Por qué el Supremo manda investigar a Lula y a Dilma y no a [el senador del PMDB y ex ministro de Planeamiento] Romero Jucá, que dijo que había que echar a Dilma para poder parar las investigaciones de la Lava Jato? ¿Hay dos pesos y dos medidas?”, se pregunta Hoffmann de forma retórica.
Hoffmann será una de los diez senadores del PT que a partir de este jueves juzgarán si Rousseff cometió o no delitos de responsabilidad por haber maquillado las cuentas del Estado con ayuda de los bancos púbicos.
En caso de que sea declarada culpable Rousseff no podrá ocupar ningún cargo público durante los próximos ocho años y Temer asumirá la presidencia con todas las garantías.