Rousseff ha remarcado que aunque la situación es "complicada" la abordará con "mucha naturalidad", según comentó este jueves ante un grupo de periodistas en su residencia oficial del Palacio de la Alvorada.
La presidenta apartada, que empezará a ser juzgada la próxima semana en el Senado por las supuestas irregularidades fiscales que cometió durante su mandato, ha confesado también que escoger a Michel Temer como vicepresidente fue su "error más obvio".
Además, se ha reafirmado en la necesidad de acudir personalmente el próximo día 29 al Senado para defenderse antes los senadores: "Sería un equívoco monumental entregar la democracia como un campo de debate para los otros, para los golpistas", ha subrayado.
Rousseff presentó esta semana públicamente una carta en la que prometía a los senadores y ciudadanos brasileños un plebiscito para convocar nuevas elecciones generales en el caso de que superara el juicio político.
La idea ha sido criticada por importantes figuras, como el presidente del Partido de los Trabajadores (PT) Rui Falcão, o el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, pero para Rousseff esto no denota falta de apoyo dentro de su partido, sino que existen "opiniones diferentes".