Klinzewitsch afirma que EEUU habría usado la fuerza militar en Siria si no hubiese sido por las acciones diplomáticas rusas relacionadas con la destrucción de las armas químicas sirias. El resultado hubiese sido "un nuevo Irak, una nueva Libia o algo aún peor".
"Es poco probable que los planes estadounidenses hayan cambiado mucho desde entonces. Lo que ha cambiado son los recursos para realizarlos", explica el político.
El senador se basa en los datos de los servicios especiales rusos y los de la agencia privada de inteligencia Stratfor, según los cuales, 14 buques de guerra con misiles de crucero Tomahawk a bordo se encontraron cerca de las costas sirias a principios de septiembre de 2013.
"Por el bien de los terroristas, se habría destruido la única fuerza eficaz en el Oriente Próximo capaz de hacer frente a los terroristas de Daesh", concluye Klinzewitsch.