La fecha escogida beneficia a los aliados del presidente interino Michel Temer, que así podrán posicionarse sobre Cunha con más comodidad, porque supuestamente Temer ya habrá superado el proceso de "impeachment" y no tendrá que estar tan pendiente del beneplácito de los senadores.
Maia, en cambio, ha negado que la fecha sea una manera de beneficiar a Temer, alegando que no había espacio antes, porque en las próximas semanas se suceden varios acontecimientos.
La semana que viene empieza la campaña electoral municipal y muchos diputados estarán en sus ciudades, después se votará el "impeachment" de la presidenta Rousseff, más tarde Temer viajará a la cumbre del G-20 en China y en la segunda semana de septiembre hay un festivo nacional que hace pensar que no habría el cuórum suficiente en la Cámara.
A pesar de estos argumentos la oposición ha criticado que se haya dejado para después del juicio contra Rousseff la decisión sobre Cunha.
Para el líder de Rede, Alessandro Molon, por ejemplo, la táctica es una señal de que "una parte de la Cámara tiene miedo de Cunha", en referencia a las confesiones que éste puede hacer una vez pierda su mandato.
Cunha está investigado en la Operación Lava Jato por varios delitos de corrupción, sobre todo en relación al cobro de sobornos que escondía en cuentas secretas en Suiza.
Después de meses resistiendo en el cargo el pasado mes de julio dimitió de la presidencia, pero conservó su cargo de diputado para protegerse de la Justicia, ya que así mantiene el foro privilegiado.
Con la votación que tendrá lugar el 12 de septiembre Cunha podría perder el estatus de diputado y dejaría de estar en la órbita del Tribunal Supremo Federal.
De esta manera sus presuntos delitos pasarían a ser juzgados por el juez Sérgio Moro, que lidera las investigaciones de la Operación Lava Jato.