"Estos hijos de puta están destruyendo a nuestros hijos. Si conoces a algún adicto, ve a por él y mátalo tú mismo porque conseguir que sus padres lo hagan será muy doloroso", declaró el mandatario en un discurso al pueblo transmitido por televisión.
Durante los tres meses de presidencia de Duterte, más de 700 narcotraficantes o supuestos drogadictos han sido asesinados tanto por la Policía como por los voluntarios filipinos, quienes patrullan las calles con un arma en la mano.
Rodrigo Duterte, de 71 años, llegó al poder gracias a su campaña marcada por las amenazas de matar a docenas de miles de narcotraficantes. En su mensaje de toma de posesión, incluso prometió premiar a los 'cazadores de drogadictos'.
Las declaraciones polémicas del mandatario filipino han llamado la atención de los defensores de los derechos humanos de todo el mundo.
El programa electoral de Duterte —abogado y exalcalde de la ciudad de Davao— también incluyó el regreso de la pena de muerte, con el ahorcamiento como método preferido de ejecución.