En una zona del mundo donde el fútbol es el hegemónico deporte rey, países como Colombia tratan de medirse en disciplinas como la gimnasia, con Jossimar Calvo, su mejor atleta de todos los tiempos en la disciplina.
Argentina, por su parte, compite por primera vez en 56 años en pentatlón y busca medallas en hockey y fútbol sub-23.
Para estos juegos de Río, la mayoría de los países llevan las mejores delegaciones de su historia.
Con 212 deportistas, Argentina tiene su mejor y más numeroso equipo, al igual que Colombia, con 147 clasificados, una cifra sin precedentes.
Con un total de 17 deportistas, Uruguay no iba tan preparado a unos juegos desde 1968 y Bolivia, con 12 atletas, no tenía tantos participantes desde los juegos de Barcelona de 1992.
Venezuela manda a Brasil 86 deportistas en 19 disciplinas, la segunda mejor delegación de su historia después de los juegos de Beijing, cuando contó con 109 deportistas.
Fuerte inversión
La inversión económica realizada por los países de la región está a la altura del acontecimiento.
Las autoridades uruguayas gastaron unos dos millones de dólares en formar su delegación y Bolivia, según el Ministerio de Deportes, invirtió más de 700.000 dólares en sus deportistas de elite en los dos últimos años.
Entrenadores y deportistas coinciden en que la principal carencia de la región es la falta de centros de alto rendimiento.
Así, al gran mayoría de los deportistas latinoamericanos que llegan a unos Juegos Olímpicos lo hacen después de un gran sacrificio personal, muchas veces sin la más mínima esperanza de alcanzar una medalla.
Palmarés modesto
El medallero de Latinoamérica es más que modesto, en Londres 2012 toda la región obtuvo apenas 56 preseas, 13 de ellas de oro.
Brasil y Cuba son las grandes potencias deportivas, con 17 y 14 medallas respectivamente en Londres. Siguen Colombia y Argentina, mientras que numerosos países de la región no han tenido nunca una medalla en unas Olimpiadas.