"La islamización de Turquía no tendrá éxito. Por supuesto, Erdogan puede ganar paso a paso más partidarios islámicos, pero a la larga se enfrentará a la renuencia y la resistencia en la sociedad. La guerra civil se acerca a Turquía, en parte porque Erdogan estaba jugando un juego muy peligroso con el EI (Estado Islámico) en Siria", dijo Myard, quien representa el movimiento del centroderecha Los Republicanos.
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El presidente turco, en su opinión, se empeña en restablecer el Imperio otomano en Oriente Medio.
"Él está soñando con el Imperio otomano pero se equivoca. Siria y Egipto no quieren ser gobernados por Ankara," señaló Myard.
Turquía vivió en la noche del 15 de julio un fallido golpe militar que se saldó con 246 muertos —sin contar a los amotinados— y casi 2.200 heridos.
Decenas de miles de militares, policías, jueces, funcionarios y profesores fueron suspendidos, detenidos o están siendo investigados en Turquía que declaró el estado de excepción por tres meses.
El Gobierno turco sostiene que detrás de la asonada está el clérigo opositor Fetullah Gulen, cuya extradición exige a EEUU.
Gulen rechazó las acusaciones, condenó la asonada y afirmó que Erdogan la está aprovechando para dar un golpe blando contra la Constitución.