De esta manera, el líder turco, Recep Tayyip Erdogan, no hizo solo un esfuerzo para normalizar las relaciones con Bashar Asad, sino que se puso al lado de Moscú en el conflicto sirio, concluye la edición alemana.
"Nuestro principal objetivo es establecer buenas relaciones con Siria, Irak y los países vecinos del Mediterráneo y el Mar Negro", cita el Deutsche Nachrichten Wirtschafts al primer ministro turco Binali Yildirim.
La iniciativa se enmarca en la nueva estrategia de reconciliación hacia sus vecinos anunciada por Turquía poco antes de que se produjera el intento de golpe de Estado.
Numerosos funcionarios de ese país han afirmado públicamente que detrás de aquella intentona golpista se encuentran políticos y oficiales del alto mando de EEUU, quienes se sienten contrariados por esa decisión.
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