Los representantes de las fuerzas de seguridad y las autoridades locales examinaron y luego rehusaron la idea de registrar a la gente que venía a ver los fuegos artificiales con motivo de la celebración del Día de la Bastilla por el número limitado del personal, escribe el periódico que tuvo acceso a actas de las reuniones al respecto.
Anteriormente el alcalde de Niza, Philippe Pradal, afirmó que en la ciudad "hace demasiado tiempo" que no hay suficiente número de efectivos de la Policía Nacional.
Un total de 112 agentes de policía vigilaron los festejos con motivo de la fiesta nacional en la ciudad francesa.
En el atentado perdieron la vida 84 personas, además del atacante.
El fiscal de París, François Molins, confirmó que en la cabina del camión fueron hallados un carné de conducir y una tarjeta de crédito a nombre de Mohamed Lahouaiej Bouhlel, de 31 años, francés de origen tunecino que vivía en Niza.
El hombre trabajaba como repartidor y era conocido por los actos de amenazas, violencia y vandalismo. El 24 de marzo de 2016 un tribunal le condenó a seis meses de prisión suspendida.
Más tarde, el grupo terrorista Daesh (proscrito en numerosos países, incluida Rusia) reivindicó el ataque al afirmar que Bouhlel era "un soldado del Estado Islámico".