Además, no se excluye la posibilidad de modificar la constitución del país, dijo el mandatario.
Erdogan también afirmó que el estado de excepción, anunciado en el país antes el jueves, puede ser prolongado por un plazo de más de tres meses.
Según el presidente, la intentona golpista puede volver a ocurrir, pero enfrentará dificultades, puesto que las autoridades se volvieron "más cautelosas".
"Obviamente nuestra inteligencia tenía defectos graves, no tiene sentido intentar ocultar o negarlos", dijo.
La intentona golpista del pasado 15 de julio en Turquía causó 232 muertos y más de 1.500 heridos, según los datos oficiales.
Después de sofocarla, el Gobierno respondió con una oleada de purgas en la que fueron detenidos o suspendidos decenas de miles de militares, agentes, jueces, funcionarios públicos y docentes.